Pareciera que Twitter estuviera conectado a los riñones. La inmediatez del servicio de micro-blogging hace las delicias de los periodistas aficionados a las primicias y a veces, es el dolor de cabeza de ciertos deslenguados que parecen no pensar antes de escribir. Al parecer así ocurrió el pasado viernes entre un usuario identificado como "Harolete" (@petolete) y el periodista Antonio Morales (@amoralessan).
"Harolete" criticó con vehemencia las opiniones de Antonio Morales, quien se ha caracterizado por sus posturas agudas en temas políticos. Lo hizo en los siguientes términos:
@amoralesan callate la puta boca, mira lo q le paso a jaime Garzon, borja y otros x hablar mas de la cuenta.. Payaso
— Harolete (@petolete) 15 de febrero de 2013
Morales consideró que el trino era una amenaza y desde el momento de hacer evidente la situación, el periodista comenzó a recibir expresiones de solidaridad y de repudio contra el autor del trino.
Pronto el "amenazador" se sintió intimidado y ante el caudal de críticas por sus palabras, en una coyuntura política tan polarizada como la actual, "Harolete" explicó que su trino no era una amenaza. Que sólo buscaba controvertir al periodista Morales. Pidió disculpas:
@amoralesan que revuelo se ha causado ya aprendi la leccion soy un twittero tonto x eso le estoy dando la cara.. Disculpeme de veras doctor
— Harolete (@petolete) 16 de febrero de 2013
Disculpas aceptadas por Morales, quien agregó una reflexión sobre el caso:
Acepto las disculpas del amenazador. La pedagogía: no se puede amenazar impunemente en las redes. Ojalá esto ayude a bajar las agresiones.
— Antonio Morales Rive (@amoralesan) 16 de febrero de 2013
Antonio, a quien conozco desde hace unos años y con quien tuve la fortuna de compartir micrófonos en RCN Radio, dio en clavo una vez más. No es raro en él, que es un comentarista ponderado, y me lleva a insistir en la responsabilidad de la comunicación. (¿Recuerdan el caso Cerveza Costeña?)
Uno de los capítulos más dolorosos de la historia moderna de Colombia fue el asesinato de Jaime Garzón. Sugerir tal suerte para Antonio, quien además fue amigo personal de Garzón, es una abierta intimidación y más cuando el país vuelve a abocarse a una división de opiniones como la que propone la fragorosa presencia de Álvaro Uribe en la política actual. Una división entre un ala que quiere derrotar al terrorismo por las armas y otra, que pretende someterlo a las reglas de la política y la legalidad.
Insisto: para comunicar hay que ser responsable y más ahora que los medios están al alcance inmediato de los ciudadanos. "Harolete" fue irresponsable con sus palabras y al ver el tsunami sobre sí, rectificó y pidió disculpas. El llamado de Morales, al que me sumo, para evitar las agresiones, es un llamado a vivir un principio básico de la convivencia: la libertad sin control es libertinaje.
También hay que recordar siempre que en Twitter uno es amo de lo que calla y esclavo de lo que escribe. Es mejor no decir cosas de las que uno después se puede arrepentir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario