El tema, no podía ser otro. El espionaje ilegal que la Policía hizo a desmovilizados, miembros de la oposición, funcionarios del Gobierno y periodistas. A todos los metieron en el mismo costal.
Y el interlocutor, un hombre del toro, pero un abogado con todos los títulos: Julián Parra Díaz.
- ¿Será que esto tiene solución? Y eso que sólo se han desmovilizado los ‘paras’… - le dije.
- Aquí toca es que se desmovilice el Estado – Me dijo Julián, en tono de punto final.
Y, ¿Por qué no? Lo pensé sin decirlo.
Alguna vez el presidente Uribe dijo "es tan culpable el que paga por la peca, como el que peca por la paga". Algo así pasó con este escándalo que involucró una de las instancias de la Policía con mayor responsabilidad, como la Dirección de Inteligencia, y un medio de comunicación como la revista Semana.
Para contarlo en breve, Semana reveló unas grabaciones que daban cuenta de los ilícitos que venían cometiendo jefes desmovilizados de las AUC, desde la cárcel de Itagüí.
Ante la “chiva” periodística, el Gobierno desconoció esas pruebas e inició una investigación “flash”, que terminó por descubrir una estructura dentro de la Policía que espiaba políticos, periodistas y delincuentes, sin orden judicial.
¿Se trata de una mafia dentro de la Policía que espiaba a quien le ordenaran, a cambio de dinero? Ese sería un posible interrogante, pues aunque no tiene la obligación de decir cómo consiguió las grabaciones, no es descabellado que Semana halla pagado por esa información.
Es una práctica underground en el medio periodístico… Sepan que hay personajes en el mundo que no dan entrevistas mientras no haya dinero de por medio…
Sin querer queriendo, y con el ánimo de generar sensacionalismo, que al final es el que vende la revista, Semana pudo incurrir en esas prácticas, sin importarle que su fuente estuviera cometiendo ilícitos.
Y las grabaciones que iniciaron el proceso 8.000 y que los amigos de Andrés Pastrana entregaron también a Semana, ¿salieron también de los oficiales al frente de la Dirección de Inteligencia? Otra pregunta que sería interesante responder para la historia patria.
Sin duda, el proceso de paz con los paramilitares permitió el destape de la 'para-política', en la que ahora aparece untado hasta el Ministro de Defensa y el Vicepresidente de la República, tras la confesión explosiva de Salvatore Mancuso.Los paras están desarmados y en la cárcel, confesando las atrocidades que cometieron. El ELN va por el mismo camino, aunque demorado. Las Farc, muy lejos aún de esa meta. Pero también que se desmovilice el Estado, que como quedó demostrado con los recientes acontecimientos, sus miembros trasgreden la ley y han hecho cochinadas que quizás nunca tendrán ni verdad, ni justicia, ni reparación.
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Por Mauricio Sandóval
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1 comentario:
Mauricio: El Gobierno se dio cuenta que con la crisis que se gestó en la Policía, había un golpe fuerte a la institucionalidad. Por eso, dio de baja a doce generales, como parte de un mensaje de fortaleza. Esperemos que la Policía también diga la verdad de lo que pasó con esas grabaciones, así como se la exigen a los paramilitares y políticos vinculados con ellos.
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