Una de las herramientas que pretendía exportar el Fiscal Iguarán de la Justicia norteamericana (Donde no sabemos si hay justicia, pero por lo menos hay mano fuerte con el crimen), era el principio de oportunidad.
¿Qué es? Es la posibilidad que se le confiere al ente acusador de negociar la pena con los delincuentes, a cambio de información valiosa para coger a los ‘peces gordos’.
Para poner un ejemplo, revisemos la historia de William Rodríguez Abadía, el hijo de Miguel Rodríguez Orejuela, y quien delató a todo el Cartel de Cali ante la DEA, para él favorecerse a la hora de la condena.
Y si que se favoreció…
Eso era lo que quería el fiscal Iguarán. El Congreso rechazó su iniciativa, avalada por el Gobierno y los entes de Policía judicial, por considerar que ampliaba la gigantesca cuota de impunidad con la que ya carga el país.
El Fiscal en su laberinto
A pesar del escándalo del 'Rasputín de la Fiscalía', Mario Iguarán ha demostrado valor a la hora de llamar a las cosas por su nombre.
No dudo en señalar una masacre del Ejército en el caso Jamundí. Tampoco en decir que la ‘para-política’ era peor que el proceso 8.000.
Sin embargo, falló filtrándole a Julito Sánchez la noticia de Bancolombia… Pero son más las cosas buenas que las malas.
Y con esto del principio de oportunidad, el fiscal Iguarán buscaba darle más dientes al Sistema Penal Acusatorio y facilitarle la vida a los fiscales de Justicia y Paz, encargados de recibir las versiones de los paramilitares desmovilizados.
Pero el Congreso tiene miedo y por eso no le aprobó la idea. A ningún político le gustaría que un ‘traqueto’ por ahí los ande señalando y continúe el desfile por la Corte Suprema de Justicia.
Ya está visto que la Corte Suprema y la Fiscalía están a la altura de lo que necesita el país, pero parece que el Congreso no.
1 comentario:
Hola Carlos,
Este artículo concuerda, con este otro artículo tuyo.
Deberías leerlo porque es muy equilibrado, igual que tu post al respecto del tema.
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