7/04/2006

Actualidad
Los cuatro “articulitos” para construir un periodismo independiente

En sus 15 años de vida, la Constitución de 1991 ha sufrido 22 modificaciones, lo que nos genera un promedio de 1,46 reformas por año en lo que va en esta década y media. Y las que faltan…

Pero sobre eso no voy a hablar hoy que nuestra Carta Magna está de moda por su quinceañero. Tampoco de los beneficios de la tutela, que ya pretende ser reglamentada para evitar la cantidad de procesos de este tipo por derechos vitales o laborales.

Me parece útil como ejercicio periodístico hacer referencia a los artículos de la Constitución que se mancillan a diario en los medios de comunicación. En realidad, Son cuatro articulitos – como diría José Obdulio – los que nos deben quedar en el alma para lograr el camino utópico al periodismo independiente:

- El derecho a la Igualdad, consagrado en el artículo 13…

Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.


A la luz del periodismo, en este artículo reside el equilibrio informativo. Ejemplos de errores de este tipo en la práctica son muchos. Uno de ellos podría llevarnos al análisis informativo del cubrimiento de la despenalización del aborto.

Una de las partes a favor, fueron los grupos feministas. Poco hablaron los hombres sobre el tema. Primera falla.

Otra de las partes en debate fue la Iglesia católica. Poco o nada expresaron su opinión otras iglesias sobre la despenalización del aborto. Gran falla, pues la carta de 1991 garantiza la libertad de culto.

¿Dónde estaban evangélicos, judíos, musulmanes, hare krishnas, anglicanos, testigos de Jehová u otros para hablar sobre la despenalización del aborto?

Aún falta mucho para que nuestros medios se conviertan en escenarios abiertos para la discusión de los grandes debates en los que se sumerge la nación.

Espere los otros tres derechos en los próximos días...