5/10/2006

Bogotá
La hora de la verdad

Ante los hechos de los últimos días en la capital del país, el alcalde Luis Eduardo Garzón (o Lucho, como le dicen los más confianzudos), ha demostrado su firmeza en un tema fundamental para la ciudad como lo es la viabilidad del Sistema TransMilenio.

Garzón lleva una semana y media capoteando inconformidades. Primero de los pequeños transportadores, que llamaron al cese de actividades. Y luego, de los usuarios del sistema, que protestan por la calidad del servicio.

Garzón no sólo tiene que verselas con la ciudad. También con el Polo Democrático, quien lo ha desprotegido en estos momentos difíciles. El mismo Garzón, en entrevista con la Revista Semana dijo:
"Durante el paro, el presidente del Polo (Samuel Moreno Rojas) salió a decir que me apoyaba como persona. Eso tampoco es así, porque yo no estaba enfermo ni convaleciente. Quiero que me digan si en los grandes momentos hay institucionalidad de un partido o no".
Lucho pasa por la hora de la verdad. Demostró ser de una sola pieza al afrontar el paro de la semana pasada. Planteó cuatro puntos que no serían objeto de negociación en cuanto al funcionamiento del sistema TransMilenio:
  1. Acabar con el "carrusel", una práctica ilegal que permitió el ingreso de 1700 buses en las calles de la ciudad.
  2. Controlar la contaminación ambiental.
  3. Iniciar el proceso de chatarrización.
  4. Y la salida de las rutas de la NQS y la Avenida de las Américas.

Este lunes iniciaron las negociaciones del Alcalde con los Transportadores, con el compromiso de avanzar en soluciones concretas que favorezcan la movilidad de la ciudad. Entre las propuestas, se vislumbra la democratización de la fase III de TransMilenio, es decir, hacer que los mismos ciudadanos compren acciones de la empresa de transporte masivo.

Esa propuesta permitiría a los ciudadanos tener mayor control de esta empresa, que a pesar de sus defectos, sigue siendo ejemplo internacional. Hay que ver TranSantiago en Chile, un sistema similiar en infraestructura al de Bogotá, para sentirse orgulloso de lo que tenemos en la ciudad.

Colombia Digital hace un llamado a la ciudadanía por la conciencia y a pensar en lo que significa TransMilenio. Es preferible el diálogo a la protesta sin sentido que sólo afecta la normalidad de la ciudad.

Esta reflexión es necesaria y ya la hizo Luis Eduardo Garzón. Él se dio cuenta que gobernar es más difícil que protestar.

2 comentarios:

Leonardo dijo...

Me quedó la impresión, después de ver las escenas de vandalismo de la semana pasada, de escuchar el apoyo que recibió Garzón de parte de Uribe, Santos y Vargas, y de escuchar las "exigencias" de los empresarios del transporte, que aquí hay más de lo que se ve a simple vista.

Sin duda, hay una contradicción -un conflicto- entre los intereses de la ciudad, los de Transmilenio y los un grupo de transportadores privados. Pero mucho me temo que además de visiones distintas sobre el proyecto de ciudad, hay políticos sentados en el Consejo de Bogotá, con intereses en la industria del transporte, que no le juegan limpio a la ciudad ni al alcalde.

Me parece que los medios de comunicación no los han buscado. En el Consejo deben saber quienes son. Es muy probable que ellos puedan tener alguna relación con las protestas.

www.colombia-hoy.blogspot.com

Carlos Sanabria dijo...

Colombia hoy:
No sólo eso. Hay intereses económicos y políticos. Durante el paro, los grandes empresarios fueron con Uribe y el alcalde para resolver el tema. Los pequeños, buscaron el Polo Democrático. Esto dejó la impresión que Uribe fue la llave para sacar a la ciudad de la crisis. Y el Polo empató hablando con los representantes de Apetrans. Un movimiento de ese tipo, en medio de esta campaña electoral, moviliza votantes.
El otro tema político es la postura de Lucho frente al Polo. Dijo que no sentía respaldo institucional. Hay quienes dicen que sí Lucho Garzón no "se pega" a Uribe, no podría ser presidente en el 2010.
Gracias por leer Colombia Digital