PolíticaEl Polo polarizado

Mientras todos los periodistas seguíamos como sí fuera un reality show los escándalos por paramilitarismo en las listas uribistas, en la llamada "izquierda democrática" o para más señas el Polo Democrático, se vivían momentos de crisis, que explotó ayer cuando Antonio Navarro renunció a su aspiración presidencial.

Navarro justificó su decisión en la unidad que buscan los amarillos, pues no se habían puesto de acuerdo en el nombre de quién sería la cabeza en la lista del Polo al Congreso de la República. Además dijo que esa determinación la había tomado en solitario.

La división en la izquierda podría tener dos síntomas:

1. La llegada al Polo de Carlos Gaviria y su movimiento Alternativa Democrática, con una propuesta con mayor moderación.

2- El fugaz paso de la ex canciller María Emma Mejía por las mentes de los directores del Polo, que la propusieron como cabeza de lista al Senado. Según Gustavo Petro, esa era una jugada de algún sector que quería sacarlo del camino.

Ante estas amenazas, Navarro salió como el salvador del Polo. Me da la impresión que su renuncia fue la exigencia del sector que quería sacar a Petro, para que él fuera la cabeza de lista al Senado. Un hecho lo evidencia: Petro reconoce en Navarro su compañero de lucha, no sólo en la democracia, sino también en las armas, cuando eran comandantes del M19.

A este nivel se presentan las tipificaciones de la izquierda que se ven en América Latina, se reflejaron en detalle dentro del Polo Democrático: La división entre una izquierda radical y otra moderada.

Ojalá en esta contienda presidencial que se avecina, la izquierda no dé su brazo a torcer. Al fín y al cabo, el Polo representa a un sector de la población importante, aunque no mayoritario, que busca una alternativa en el manejo del Estado. De lo contrario, el uribismo mesiánico, del que hablabamos hace unos días, sentirá que tiene "limpio" el camino al cielo.