2/20/2006

Actualidad
Abu Graihb made in Colombia

Sí se escandalizó con la cruedad de las torturas en la cárcel iraquí de Abu Graihb o con la severidad en el trato con los prisioneros talibanes de Guantánamo, lo que pasó con 21 soldados del Ejército en el batallón Patriotas en el Tolima, lo debe tener con los pelos de punta.

La historia es muy extensa, y no vale la pena recordarla en Colombia Digital. Sin embargo quiero hacer varias observaciones, sobre los hechos que desencadenaron en las torturas y abusos sexuales contra estos miembros del Ejército:

  • Hay que destacar el valor con el que los involucrados denunciaron la situación. Las Fuerzas Militares es una institución tan hermética, pero a la vez tan mediática de acuerdo a su conveniencia. Sin duda, este hecho se les escapó de las manos y llegó a los medios de comunicación, que de inmediato abrieron el debate condenando los hechos.
  • Los periodistas conocieron primero los hechos, antes que el Ejército y el Presidente de la República. La crónica de la Revista Semana evidencia una profunda investigación sobre los hechos, que con seguridad continuará "hasta las últimas consecuencias".

    Alvaro Uribe protestó. Dijo que "los medios de comunicación sacaron la información con ganzúa antes de que el Gobierno tuviera conocimiento de la situación".

    Esta situación provocó la renuncia del comandante del Ejército, general Reinaldo Castellanos, y la salida del comandante de la IV División, general Antonio Coronado. Este hecho demuestra que Castellanos estaba realmente avergonzado por los hechos, tal y como lo manifestó al confirmar los abusos.
  • Sin duda, estos hechos golpean la moral de la tropa. Lo más grave, es que golpea la intención de las Fuerzas Militares de aumentar el píe de fuerza o díganme ¿Quién va querer entrar al Ejército para que llo violen o le peguen? Con seguridad, el número de objetores de conciencia crecerá significativamente en los próximos meses.
  • Cuando digo que esto se parece a Abu Graihb, no sólo lo hago por hacer una comparación que podría enganchar al lector en esta nota. Los soldados abusados están confinados en el Batallón Patriotas, escenario de los abusos, y sin contacto con sus familias. La justicia debe estar vigilante a esta situación, pues en los calabozos también se cambian las versiones.

No hay nada más negativo para la gobernabilidad de un Estado, que su Fuerza Pública pierda la confianza de los ciudadanos. Esta no es la primera ni la última vez que sucede. Recuerden el caso de los cadetes quemados con ácido en el Batallón Guardia Presidencial, o las caballerizas del Cantón Norte.

2 comentarios:

Julián Ortega Martínez dijo...

Hola, Carlos, me alegra saber que no te has perdido del todo... Está bueno tu análisis. Te recomiendo esta lectura, cortesía de mi amigo marsares. Un saludo.

Carlos Sanabria dijo...

Julián,
Vi el post de tu amigo... Le mete historia al cuento y ratifica una vez más que una de las costumbres de los altos mandos militares es el mal trato a sus inferiores...
Un abrazo