ActualidadCali Vs. Bogotá

En toda Colombia hay familiares de secuestrados, pero los allegados de los secuestrados con fines políticos, se sitúan en tres ciudades: Bogotá, Cali y Neiva.

Bogotá: Por decir, encabezada por la madre de Ingrid Betancourt, Yolanda Pulecio, y demás familiares de congresistas, soldados y policías.

Cali: Son los familiares de los diputados del Valle secuestrados por las Farc y liderados por Angela Giraldo, actual asesora de paz de la Gobernación de ese departamento.

Neiva: Es el grupo de familiares de los plagiados en el edificio Miraflorez, del que se destaca el ex senador Jaime Lozada, esposo de Gloria Polanco, también ex congresista.

Haciendo contactos telefónicos, pude establecer que hay ciertos desencuentros entre los familiares de Bogotá y los de Cali. Todo, por el reciente anuncio del Gobierno de reunirse donde quieran y cuando quieran las Farc.

Una familiar de Bogotá, de la que prefiero reservarme el nombre, me dijo que no le había gustado "para nada", que Angela Giraldo, quien goza de una posición política importante en el Valle, le hubiera bajado el pérfil al anuncio presidencial, con la siguiente declaración:

Giraldo afirmó en La FM de RCN que el comisionado Luis Carlos Restrepo le había informado la decisión del Gobierno de reunirse con las Farc desde el viernes pasado y que no había anunciado nada "para no crear falsas esperanzas".

Yo escuché la declaración, también me pareció que doña Angela Giraldo había reaccionado a la noticia, como si no hubiera pasado nada, como si fuera otra cosa más.

Esta declaración causó resquemor entre los familiares de Bogotá, que han considerado un triunfo en la lucha por la libertad de los secuestrados, el hecho de que el presidente Alvaro Uribe hiciera pública su decisión de reunirse con las Farc, y más que eso, desmontar sus complejas condiciones para el encuentro en busca de un acuerdo humanitario.

Ojalá que estos desacuerdos no quiebren las intenciones por la libertad de los secuestrados. Pero me sostengo, no creo que las Farc no tienen voluntad de paz. Su voluntad está puesta en los dólares que genera el narcotráfico.