El pasado viernes el Papa Benedicto XVI anunció que agilizará la beatifiación de Juan Pablo II y que ese proceso iniciará antes de que el fallecido Pontífice cumpla 5 años de muerto, como lo contempla el derecho canónico.
Sí el Papa no fuera infalible y estuviera bajo la punzante crítica política colombiana, algunos sectores dirían que eso "es un cambio en las reglas de juego".
Esta simple especulación me hace pensar en la reforma constitucional que autoriza la reelección presidencial en Colombia y que está siendo revisada por la Corte Constitucional, que además tendrá que resolver 11 demandas contra el acto legislativo.
Muchos han dicho que la reforma es un cambio en las reglas de juego que sólo favorecerá al presidente Alvaro Uribe. Estoy de acuerdo con esta postura, pero considero que la democracia colombiana está preparada para premiar con la reelección a los buenos gobernantes y castigarlos si su Gobierno es un fiasco.
A veces parece que los que dicen esto no quieren que las cosas cambien, porque como están, ellos salen favorecidos.
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