2/13/2006

Economía
TLC: Arroz con pollo

Inicia para Colombia una semana que definirá su futuro económico por los proximos 20 años. El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos entra a su etapa definitiva con dos piedras en el camino: El arroz y el pollo, los llamados temas hipersensibles.

Tan importante es el tema que el presidente Alvaro Uribe se desplazará hasta Washington para literalmente descongelar las negociaciones. Digo "literalmente" pues este fin de semana cayó sobre la costa este una intensa nevada que tiene bloqueados a los gringos.

Ante los dos productos, arroz y pollo, que aparecen en nuestros almuerzos por lo menos dos veces a la semana, vale la pena hacer algunas explicaciones para darnos cuenta que no entrarán en el acuerdo comercial:

- El Pollo: Un sector como el avícola que ha tenido un importante crecimiento en los últimos 20 años (Véase las pollerías de la Primera de Mayo o Kokoriko), es vital para el ingreso de miles de familias colombianas. En Colombia nos comemos todo el pollo: los huevos, las 8 presas que tiene el ave, la rabadilla, las menudencias, las gallinas y hasta los huevos que hay dentro de ellas.

Pero los gringos no. Ellos sólo se comen las alitas (Muy vendidas, apanadas y con salsa B&Q el día del Super Bowl) y la pechuga, por su gran cantidad de carne tierna pero poco jugosa. Ellos no se comen ni la mitad del ave (Lo que llaman los técnicos los cuartos traseros) y esa otra mitad no la quieren mandar para acá. Mejor dicho: los sobraos...

Por su buena alimentación, a base de insumos modificados genéticamente, los pollos gringos son más grandes comparados con los nuestros, que son de menor talla. Sí estas partes entran a nuestro mercado, serán preferidas por encima de los pollos criollos, pues por el mismo precio los consumidores llevarán más carne.

Lo anterior sería una puñalada al sector avícola. No me imagino un pollo gringo en la Surtidora de Aves.

- El arroz: Sí hay un alimento escencial en la canasta familiar y en la mesa colombiana, es el arroz. Todo se sirve con el grano y hay diversas preparaciones: Arroz con coco, arroz blanco, arroz con camarones y hasta una variante con el otro protagonista de este post, el pollo.

En Colombia, 221 municipios viven del cultivo de arroz, el 90 por ciento de los ingresos por el producto se quedan en esas regiones y 700 mil colombianos dependen de su cultivo, según Fedearroz.

Estados Unidos pretende que su arroz llegue a Colombia con cero arancel, a la firma del tratado. Nuestro arroz también llegaría a Estados Unidos con cero arancel, pero con una diferencia: La producción del grano estadounidense está subsidiada por el Gobierno y la nuestra no. ¿Qué significa? Que producir un bulto de arroz es más barato en Estados Unidos que en Colombia, por lo que el grano de ese país llegaría más barato. Casi a la mitad del nuestro.

Arroz y pollo, un matrimonio clave para la economía nacional, que tiene empantanado el TLC con Estados Unidos. Lo mejor es que estos dos productos no entren en el acuerdo comercial. Así el arroz y el pollo se mantienen en el mercado nacional, con una postura proteccionista, con lo que podremos seguir comiendo arrocito con pollito, 100% colombiano.

Recursos informativos:
- Preguntas frecuentes sobre el TLC

3 comentarios:

Sentido Común dijo...

El principal problema de la carne de pollo que vendría no es tanto que sean los 'cuartos traseros', como la calidad de tal producto. Cada años se producen epidemias de salmonela en EUA, especialmente en verano, y miles de enfermos y muertes debidas a los químicos, hormonas y métodos utilizados para desarrollar aceleradamente la carne de pollo. Nada más rico que un pollito de asadero bogotano.

Carlos Sanabria dijo...

Sentido común, bienvenido a Colombia Digital... Imagino que su puesto en Moldavia debe ser muy interesante!!!
Volvamos al TLC: Eso que usted menciona, de los pollos con hormonas y químicos, es la ventaja y desventajas de los pollos gringos. Creo que este producto fundamental para la mesa colombiana debe ser excluido del acuerdo comercial.
Cordial saludo...

Anónimo dijo...

Sentido común tiene razón, ahora aparecen niñas de 7 y 8 añitos con los seños ya desarrollados y la gente dice ¡oh, bromillas de madre natura! y aparecen terneritas con organos genitales que no les caben en el cuerpo, y de nuevo ¡oh, picarona madre natura!... y noooo son hormonas por toneladas que estamos ingiriendo en las carnes. Y ahora compraremos lo super pollos gringos... Y ahora, quién podrá defendernos?