1/02/2012

La prensa venezolana busca libertad donde el vecino


El 2011 no fue un año bueno para la libertad de prensa en los países que conforman la llamada "Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América", conocida como el ALBA.

Los casos refuerzan la afirmación: millonarias multas contra la canales de televisión y periódicos en Venezuela y Ecuador, amenazas a periodistas críticos a los gobiernos de ambos países, incluso insultos públicos e intimidaciones permanentes, y paquetes legislativos para incluir la censura en los contenidos que producen las cadenas privadas.

Y no es que en Colombia corran ríos de leche y miel, en cuanto al tema se refiere. En el año que acabó de terminar un periodista fue asesinado por razón de su oficio, según la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe.

A esta muerte, que no debió haber ocurrido, se suman presiones, amenazas e intimidaciones que hacen difícil el trabajo para los colegas en medio de denuncias de corrupción, el conflicto armado y la creciente delincuencia común de las ciudades.

Pero volvamos la mirada al vecino. En Venezuela, el ejercicio del periodismo es un infierno en vida. Casos puntuales como la millonaria multa impuesta a Globovisión por el cubrimiento a un motín carcelario y el procesamiento de los directivos de Sexto Poder, un diario independiente, por la publiación de unas caricaturas sobre las mujeres poderosas del régimen chavista, dejan claro lo que es la libertad de prensa para las cabezas del gobierno: nada.

Por eso no es extraño que a lo largo de 2011 los empresarios de medios venezolanos pongan la mira en Colombia para realizar sus inversiones y abrir mercado en nuestro país, ante condiciones más favorables de distribución y comercialización.

Cablenoticias quedó en manos de Alberto Federico Ravel, expresidente de Globovisión. Recibió un canal de noticias local, que es líder en su segmento y con gran posibilidad de crecimiento. A finales de noviembre apareció la edición de Colombia de "El Venezolano", quincenario del periodista Oswaldo Muñoz desde el exilio en Miami.

Y ahora, arrancando el 2012, la casa editorial de "Sexto Poder" anuncia su llegada a Bogotá, con distribución en más de 30 puntos en la capital colombiana, para atender la creciente colonia venezolana, que ya supera las 12.000 personas en la ciudad.

Bienvenidos los medios de la hermana Venezuela. Este no será un jardín de rosas, pero los colombianos respetamos la buena prensa, con contenido y entretenimiento. Éxitos con sus emprendimientos y que en Colombia encuentren la prosperidad y el altavoz, que las boinas rojas han querido silenciar.


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