Cubriendo la Convención Conservadora en Rionegro, me surgen varios análisis.
A cuatro años, los objetivos del Partido Conservador son claros: Ser una fuerza decisiva no solo en las esferas legislativas, sino también en las ejecutivas. Ser opción de poder.
Hoy la luz del conservatismo emana de Alvaro Uribe. El partido azul se convirtió en la pasada legislatura en la “fuerza que decidió” en todos y cada uno de los temas claves del Gobierno que termina.
Con un respaldo ciudadano de más de 1.800.000 votos, el Conservador es el partido más sólido del espectro político colombiano. Una fuerza que empezará a caminar sólo, sin una figura como la del actual Presidente como lazarillo.
Para las próximas elecciones presidenciales, no será extraño tener a un conservador liderando las encuestas. El nombre no importa, su respaldo sí. Sin conocer la identidad del candidato, el impulso será lo que lo lleve a la primera dignidad de la nación.
Parece que la visión política de Carlos Holguín todavía no avizora una ruptura con el uribismo:
- ¿Sí el Partido Conservador quiere ser opción de poder, tiene que abrirse de la línea uribista? – Le pregunté al Presidente del Partido Conservador.
Me contestó con otra pregunta:
- ¿Por qué nos vamos a abrir de donde nos ha ido tan bien? Lo que hemos logrado ha sido al lado del Presidente y nos hemos identificado como la principal fortaleza del Presidente Uribe. En eso hemos sido coherentes. Ya tendremos un juego importante cuando tengamos que pensar en las precandidaturas.
Las bases jóvenes del Conservatismo tienen claro para donde van. Saben que el uribismo no será eterno y que el partido volverá por sus fueros.
Sí miramos el lado liberal, la cosa va en el mismo sentido. El posible regreso de Germán Vargas para agitar el trapo rojo, conducirá al liberalismo por el mismo camino. Vuelve a Colombia el bipartidismo.
A cuatro años, los objetivos del Partido Conservador son claros: Ser una fuerza decisiva no solo en las esferas legislativas, sino también en las ejecutivas. Ser opción de poder.
Hoy la luz del conservatismo emana de Alvaro Uribe. El partido azul se convirtió en la pasada legislatura en la “fuerza que decidió” en todos y cada uno de los temas claves del Gobierno que termina.
Con un respaldo ciudadano de más de 1.800.000 votos, el Conservador es el partido más sólido del espectro político colombiano. Una fuerza que empezará a caminar sólo, sin una figura como la del actual Presidente como lazarillo.
Para las próximas elecciones presidenciales, no será extraño tener a un conservador liderando las encuestas. El nombre no importa, su respaldo sí. Sin conocer la identidad del candidato, el impulso será lo que lo lleve a la primera dignidad de la nación.
Parece que la visión política de Carlos Holguín todavía no avizora una ruptura con el uribismo:
- ¿Sí el Partido Conservador quiere ser opción de poder, tiene que abrirse de la línea uribista? – Le pregunté al Presidente del Partido Conservador.
Me contestó con otra pregunta:
- ¿Por qué nos vamos a abrir de donde nos ha ido tan bien? Lo que hemos logrado ha sido al lado del Presidente y nos hemos identificado como la principal fortaleza del Presidente Uribe. En eso hemos sido coherentes. Ya tendremos un juego importante cuando tengamos que pensar en las precandidaturas.
Las bases jóvenes del Conservatismo tienen claro para donde van. Saben que el uribismo no será eterno y que el partido volverá por sus fueros.
Sí miramos el lado liberal, la cosa va en el mismo sentido. El posible regreso de Germán Vargas para agitar el trapo rojo, conducirá al liberalismo por el mismo camino. Vuelve a Colombia el bipartidismo.
Recursos informativos:
7 comentarios:
Carlos:
La afirmación que usted hace sobre el conservatismo como el partido más sólido del espectro colombiano, contradice los resultados del Polo en las presidenciales.
Entonces, me gustaría conocer los motivos para esa afirmación sobre el Partido Conservador que, en apariencia, contradice lo mostrado por el PDA en las últimas elecciones.
Un abrazo.
Hola Carlos, opinas entonces que el Uribismo se desaparecerá, tragado por lod dos partidos tradicionales? No creo, tanto por la aparición del PDA cuanto por la esperanza de que Colombia - con el aumentar de la educacion y de la edad media de las personas - logre salir de la jaula del Frente Nacional y entrar al rudeo de la verdadera democracia de las alternativas
Saludos, Doppiafila
Atrabilloso...
No sólo el caudal electoral da cuenta de la solidez de un partido. Su disciplina cuenta para lanzar la afirmación. Disciplina no es igual a unión. Carlos Gaviria, nuevo presidente del Polo Democrático Alternativo, asegura que la izquierda democrática está cohesionada. Yo dudo de la disciplina del Polo, que en cualquier momento puede buscar una alianza con la facción más izquierdoza del liberalismo. Eso no sucedería con el Partido Conservador.
Doppiafila, bienvenida a Colombia Digital...
Uribe no será eterno. Ni sus amigos podrán eternizarlo. Siempre he sostenido que lo malo del Uribismo son quienes lo rodean. El Partido Conservador anunció que para las próximas elección tendrá candidato único y no en coalición. Germán Vargas y su grupo Cambio Radical dejarán al Presidente Uribe. Y como el Partido de la U es sólo un golpe de opinión, también desaparecerá. Los partidos históricos, Liberal y Conservador, volverán a protagonizar los estadios electorales.
Gracias Carlos... muy importante y válido su argumento. No lo había visto de ese modo.
Un abrazo.
El trapo rojo sera agitado con menos dedos de los habituales...
Topamos...
Te extrañamos, Carlos. Andas como perdido, ala... Un saludo.
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